Este invierno, has redescubierto las sensaciones del esquí, has jugado en la nieve, has explorado la montaña con raquetas de nieve o en esquí de travesía, has saboreado una fondue al calor de una estufa en una yurta, has descubierto la magia de un vivac invernal bajo las estrellas en un iglú o incluso conduciendo un tiro de perros de trineo. Hoy, la primavera se emancipa en el espíritu de los tiempos, confirmando el calendario. Vemos los brotes de libertad y despreocupación florecer en las ramas y la hierba reverdecer en nuestros espacios habitables.

4 ideas para ver la montaña florecer en 360°

¿Necesitas un soplo de aire fresco y un soplo de oxígeno? En Megève, disfrute de los placeres sencillos de la montaña para celebrar la primavera y su viento de renovación, a través de este itinerario a medida, propicio para despertar los sentidos e inspirado en los 4 elementos naturales...

#01 En el aire

¿Has pensado alguna vez en satisfacer tu deseo de libertad ofreciéndote un vuelo en parapente o un vuelo sobre el Mont-Blanc en avión ? Ten alas para contemplar tus ojos y experimentar un momento extraordinario y único de ingravidez panorámica. Pero volar es a menudo un sueño hecho realidad.

Despegar en globo sobre los picos nevados y los glaciares es como dar la vuelta al mundo siguiendo los pasos de Julio Verne, para vivir una experiencia eterna.

Si prefieres ganar altura mientras sientes el viento soplando bajo tus alas, elige la modalidad de despegue más deportiva e inmersiva: el parapente. Un deporte aéreo que proporciona a la vez una sensación de libertad, así como un momento magistral de simbiosis con la naturaleza, sin combustible ni motor.

#02 A lo largo del agua

En Megève, a la espera de que se reanuden los deportes de aguas bravas, los ríos constituyen por sí solos puntos de interés que explorar para recuperar fuerzas en primavera.

Cuando la nieve se derrite, los tumultuosos torrentes se atiborran de agua procedente directamente de los glaciares, en una alegre melodía que da un ambiente zen e íntimo a la postal.

escapar a La cascada Beldad en el bosque, un tesoro cuidadosamente guardado en el corazón del bosque, a pocos pasos del pueblo de Megève. Compuesta por cuencas naturales de aguas cristalinas y una cascada de 30 metros de altura, esta joya natural será el punto culminante de una escapada a la naturaleza.

© Amantes del mundo

Primavera o el despertar de los sentidos

La montaña es un extraordinario patio de recreo para estar atento a todos estos momentos mágicos que tienen lugar durante la metamorfosis estacional.

Toca la verde hierba de los pastos de la montaña, desliza tu mano en el agua fresca de un arroyo, siente el viento acariciando tu rostro o los rayos del sol primaveral en tu piel...

En Megève, en primavera, los elementos naturales despiertan todos nuestros sentidos, así como nuestro deseo de espacios abiertos y de libertad.

Y como todos necesitamos despejar la mente y estirar las piernas cuando la naturaleza está en pleno apogeo, la primavera es la estación ideal para vibrar en contacto con la naturaleza y disfrutar de un sinfín de actividades.

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© María Bougault

#03 En la tierra

¿Y si guardas los esquís para montarte en bicicleta? Amantes del desnivel o principiantes motivados, en Megève pedalearán a su propio ritmo, descubriendo una gran diversidad de paisajes y curiosidades patrimoniales (prados, antiguas granjas, etc.).

Del nivel “Muy fácil” al nivel “Muy difícil”, las numerosas rutas señalizadas para bicicletas de montaña están dirigidos tanto a aquellos interesados ​​en el esfuerzo sostenido como a aquellos que simplemente quieren descubrir un entorno natural preservado a través de una actividad de ocio.

Si no te gusta andar en bicicleta, ¡calzate los zapatos y sal a los pastos de montaña en compañía de los rebaños! Cada año, con motivo del viaje a la montaña, vacas, cabras y ovejas acuden a sus cuarteles de verano, tradición que va acompañada de un sabor particular, tan sabroso como el del queso.

#04 Junto al fuego

Recoge leña, enciende un fuego, construye una cabaña, haz una fogata… Gracias a cursos de naturaleza supervisados ​​por nuestros monitores cualificados, los aprendices de tramperos viven una experiencia única, al tiempo que toman conciencia de la fragilidad de los entornos naturales.

Durante estos interludios de vida natural, todo es excusa para descubrir y jugar: juegos en el bosque y en los cauces de los ríos, en compañía de animales domésticos (burros de carga o perros) y observación de la fauna y la flora.

Y, porque incluso al pie de casa, estos momentos de compartir y de aprender son tan extraordinarios como el descenso de un rápido en rafting o un slalom cronometrado frente al Mont-Blanc, ¿no es así?, esta es la escuela de la vida real. ?

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