¡En Megève, las vacaciones en familia nunca han sido tan fáciles! Aunque el encantador pueblo alpino está dotado de numerosas instalaciones adaptadas, importantes equipamientos especializados y multitud de servicios para las familias, Megève facilita aún más la organización de sus vacaciones en la montaña gracias a valiosos consejos y numerosas precauciones que deben tomarse para unas vacaciones familiares exitosas.

Megève, espíritu de familia

A veces organizar unas vacaciones en la montaña puede resultar tedioso, sobre todo cuando hay niños. En Megève te ayudamos a que este desafío no sólo sea posible, sino también divertido gracias a valiosos consejos que harán las delicias de los niños y tranquilizarán a los padres.

En primer lugar, si su hijo tiene una infección de oído, si está anémico, es decir, le faltan glóbulos rojos, o si sufre un soplo cardíaco, se recomienda encarecidamente que no ascienda a grandes alturas. la situación empeora. Por tanto, si desea ir a Megève con un bebé, es aconsejable consultar a su pediatra.

La montaña cansa, por lo que es posible que encuentres a tu hijo agotado y nervioso los primeros días, dale tiempo para que se aclimate y tome el ritmo de la montaña. Si está cansado y duerme mucho, no le fuerces, déjale que encuentre su ritmo.

Una vez instalado en su alojamiento certificado Esprit Famille, se hará todo lo posible para que su estancia familiar transcurra de maravilla. Nuestros establecimientos te ofrecen una bienvenida personalizada, instalaciones adaptadas, equipamiento especializado y sobre todo multitud de servicios para tu familia para facilitar tu estancia. Entonces, ¿quién dijo que irse de vacaciones en familia a la montaña era demasiado complicado?

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© Simón Garnier
© María Bougault

Nuestro consejo en invierno:

  • Los niños son más sensibles al frío que los adultos porque se mueven menos y su termostato aún no está maduro. Protégelos con ropa adecuada y de abrigo, y no olvides las extremidades del cuerpo: cabeza, manos y pies.
  • Ten en cuenta el frío a la hora de organizar tus salidas y actividades: favorece las horas “cálidas”, entre las 11 y las 15 horas (evita también permanecer demasiado tiempo al frío)
  • Evite dejar a su hijo con la ropa húmeda o mojada
  • Llevar suficiente ropa porque a veces una noche no alcanza para secar la ropa mojada del día anterior.
  • Si gana altura, tome medidas para aclimatar los oídos de su hijo (permita un descanso cada 300 m de desnivel y un ritmo lento de unos 50 km/h)
  • El aire puro de nuestras montañas suele ser más seco que el de las llanuras, así que recuerda humedecer la habitación donde duerme tu hijo con un paño húmedo.
  • No sobrecaliente la habitación: ¡19°C es suficiente!
  • En cuanto a la alimentación, entre el frío y la sequedad del aire, tu hijo necesitará beber y comer más de lo habitual.
  • Evite exponer a su hijo a la luz solar directa. Utilizar protector solar de factor alto aplicado cada 2 horas, gafas y gorra.
  • En caso de hipotermia, la piel de su hijo permanece coloreada. Si pierde el apetito o tienes dudas, tómale la temperatura: por debajo de 36°C, consulta inmediatamente al médico.
© María Bougault

Nuestro consejo en verano:

  • Evite exponer a sus hijos al sol por mucho tiempo
  • Recuerda aplicar protector solar cada dos horas.
  • Asegúrese siempre de que su hijo use gorra o sombrero.
  • No olvides proteger los ojos de tu hijo con gafas de sol con marcado “CE” de categoría 3 o 4. Si es necesario, átalas alrededor de la cabeza con un cordón especial para evitar que las manitas curiosas las pillen.
  • El aire es seco en la montaña y los pequeños se deshidratan rápidamente: hazles beber regularmente durante los descansos
  • Durante los paseos, adáptate al ritmo de tu hijo y haz pausas periódicas con hidratación y un pequeño refrigerio (frutos secos, barritas de cereales, fruta). Recuerde también llevar un cortavientos y un forro polar para los descansos, el aire suele ser fresco en las montañas.
  • Cualquier niño llevado sobre los hombros o en un portabebés a la espalda debe cambiar periódicamente de posición y estirar las piernas para activar la circulación sanguínea ralentizada por la posición sentada.
  • Úselos cómodamente (zapatos altos y antideslizantes para caminar, no zapatillas de deporte)
© Simón Garnier

Nuestro consejo para un exitoso día de esquí en familia:

  • Alquila material adaptado al nivel de práctica y tamaño de tu hijo
  • Se recomienda encarecidamente que los niños utilicen casco de esquí, ya que no son conscientes del peligro.
  • Recuerda vestir bien a tu hijo con ropa abrigada e impermeable, así como llevar una muda de ropa (especialmente calcetines y guantes).
  • Acompaña siempre a tu hijo por las pistas, caminos y zonas de juego y elige descensos adaptados a su nivel de práctica.
  • No obligues a tu hijo a esquiar si no quiere.
  • Recuerda usar protector solar y lápiz labial para protegerte de los fuertes rayos del sol en la nieve.
  • Evita esquiar con un bebé, ya sea boca arriba o boca abajo, porque si te caes podrías lesionar gravemente a tu bebé. Además, el bebé podría tener demasiado frío.
  • Los niños se cansan rápidamente por el esfuerzo físico y el frío, por eso es importante hacer pausas, por ejemplo al calor de un restaurante de montaña. ¡También será una oportunidad para compartir un delicioso chocolate caliente y descubrir cómo se siente tu hijo ante sus primeras sensaciones de deslizamiento!

Moverse por el pueblo de Megève con el bebé

¿Has decidido dar un pequeño paseo en invierno con tu bebé? Elige una silla de paseo 4×4 con manta y capota para protegerte del viento. El portabebés delantero o trasero puede provocar compresión en brazos y piernas de tu pequeño que, con el paso de las horas, pueden enfriarse considerablemente con la circulación sanguínea ralentizada por la posición sentada. Por otro lado, en verano, cuando ya no necesitas controlar la temperatura de tu pequeño, la mochila porta bebé es ideal para aventurarte a explorar el pueblo o las montañas de Megève.

En Megève, el pueblo es perfectamente accesible para los paseantes, incluso en invierno, gracias a la retirada de nieve que se realiza todos los días. En verano, los senderos para vehículos también son transitables con un cochecito 4×4, ¡ideal para salir a pasear por los pastos de montaña! Y como una estación sin coches es una estación que respira, ¡en Megève el coche puede quedarse en el aparcamiento! Gracias a una red de lanzaderas gratuitas accesibles en cochecito, es muy fácil descubrir el pueblo y sus alrededores sin las limitaciones que ello conlleva: coger el coche, plegar el cochecito, poner al bebé en su sillita, encontrar un sitio... .

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